Ayudas sintéticas
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Por lo general, todos aquellos que tenemos mascotas en algún momento de nuestra vida hemos tenido que recurrir a alguna que otra ayudita de índole sintética. Nos mudamos, cambiamos nuestros hábitos o incluso en algún momento hemos tenido gente «extraña». Olores que no resultan habituales a nuestros compañeros de piso de cuatro patas.
En los perros este problema es menos dramático por lo general, quizá porque están acostumbrados a los extraños cuando les sacamos diariamente. No pasa lo mismo con los gatos.
No os descubro nada a aquellos que conviven con gatos. Son muy suyos, son muy territoriales, una simple visita les puedes trastocar… Por no hablar de un cambio de casa o de incluso algo «tan tonto» como puede ser el sofá nuevo que has tenido que comprar porque el viejo claramente decía «trono felino».
En el mercado hay productos de origen sintético que buscan tratar estos episodios, y quien más quien menos tiene en mente alguno de estos según lo está leyendo.
Si miramos el listado de ingredientes / composición de estos productos tendremos por un lado una hormona sintética (que es la que les provoca el bienestar) y un disolvente.
Productos Comerciales
En concreto para el Feliway y el CatComfort, por poner un ejemplo, ambos comparten composición siendo 2 % análogo de la fracción F3 de la feromona facial felina y 100 g hidrocarburo isoparafínico.
El tema del «hidrocarburo isoparafínico» es complejo… dado que puede englobar diferentes estructuras más o menos largas, más o menos complejas. Buscando como tal en google todas las referencias apuntan a que es un derivado del petróleo y que está identificado en la Chemical Abstracts Service con identificación (núm CAS comúnmente llamado) 64742-47-8 ( hojas de seguridad dónde puedes encontrar el CAS: una y otra)
Desde hace unos años la Unión Europea y las empresas químicas que fabrican o introducen en Europa productos químicos están haciendo el esfuerzo de poner un «poco de orden en el tema». La idea es sencilla, tener la información necesaria sobre la peligrosidad de todos los productos que llegan a nuestras casas. Y para ello se lanzó el Reglamento REACH
La European Chemical Agency (ECHA para los amigos) es la agencia encargada de coordinar todo, recopilar información y poner un poco de orden. Según el Reglamento REACH (y a grandes rasgos porque hay, como en todo, matices) todo lo que llega a nuestras casas debe estar toxicológicamente bien identificado.
Recopilada la nueva información enviada por la industria, y con otra que ya se conocía, el «Comité de sabios de la ECHA» puede «decretar» que cosas como tal debería tenerse en cuenta como peligrosidad «impuesta por ellos»
Si os comento esto es porque, precisamente el hidrocarburo isoparafínico es una de las sustancias que tiene esta » toxicidad impuesta por el Comité de sabios» ( a nivel pro se llama «Clasificación y Etiquetado armonizado») y que se puede extraer/ ver aquí
Estas sustancias llevan por imposición legal H304 Puede ser mortal en caso de ingestión y penetración en las vías respiratorias. (Peligro por aspiración, categoría 1 , Reglamento CLP aquí) Ante esto, poco más que añadir. Salvo que cuando enchufamos estas ayudas respiramos algo que puede ser mortal. Y tenemos que tener en cuenta que los adultos podemos aguantar más, pero nuestras mascotas o bebés, si hubiese en casa, la cantidad «segura» que pueden inhalar es mucho menor… por la simple razón que pesan menos.
Sí es cierto que hay otros tratamientos por ingestión, quizá con los perros puede ser buena idea… pero ya no tanto para los gatos… no toman cualquier cosa y el meterles una pastilla ya en sí puede provocar estrés.
Aceites Esenciales
El uso por difusión, o incluso a modo colonia, de aceites esenciales, puede ser una salida mucho más saludable y natural para todos, dado que en sí un aceite esencial no deja de ser la esencia de una planta. Mandarina, Lavanda, Verbena, Incienso, Ylang Ylang, manzanilla romana o incluso Valeriana, por sí solos o por separado en el difusor pueden dar efectos equiparables a las soluciones comerciales.
No quiero que me mal interpreteis, ni tampoco quiero que creáis que me he vuelto un talibán de todo lo químico (que por otro lado a fecha de hoy es lo que me da de comer y paga la hipoteca). Si se tiene que recurrir a ello porque no hay otra solución hacedlo, pero es necesario saber lo que hay detrás, y sobre todo hacedlo después de haber comprobado que con la vía natural no habéis encontrado solución. El cuerpo se va haciendo resistente a los productos con los que va entrando en contacto lo que podría provocar que, en un hipotético caso de abuso se llegaría a situaciones en las que sería inviable el uso de «productos normales» y se tendría que recurrir a otros más fuertes.
